CAMINATA POR LA PAZ

Escucharon los lamentos, el umbral se abrió y el camino se volvió eterno, conmovidos por el sufrimiento de la madre naturaleza invocan un canto de paz.

Espíritu ancestral regresas como guardián abriendo camino entre la maleza para que puedan pasar: Norte-Fuego, Sur-Aire, Este-Agua y Oeste-Tierra, y el dolor se hace presente al ver en los ojos del tiempo como muere el hermano árbol, el hermano pájaro, el hermano pez, el hermano puma, el hermano riachuelo, el hermano volcán.

Razas de inteligencia superior, ustedes extraen la sangre de este mundo, derrochan sin sentido, toman lo que encuentran y no respetan la libertad, ofenden y ya no sienten vergüenza.

El color rojo de su sangre se derrama y muchas veces es porque detestan el color de la piel que lleva su hermano. Deshonran el trabajo del que siembra la tierra con el látigo de la explotación, algunos solo quieren ostentarses de riquezas porque la avaricia habita en sus corazones, el hermoso color amarillo del oro a sido insultado con su codicia.

Los elementos hoy marchan para salvar a la madre naturaleza, y les hablan a ustedes para que se encuentren en ellos, Tierra-Niñez, Fuego-Juventud, Agua-Madurez, Aire-Vejez. Sus pasos levantan a los espíritus de los antiguos para que fecunde en sus hijos el respeto y amor a su hogar.

Llegan a la cima donde las estrellas escribirán un nuevo amanecer para dejar sus ofrendas, más el guardián de espíritu ancestral es recibido a golpes y la fuerza de los elementos se une para calmar la ira desencadenada por el hombre. No quieren castigar su ignorancia solo desean la paz. Invitan al hombre en su marcha para consolar a la madre naturaleza, para aprender a amar a su hermano animal, vegetal, mineral, y a ese hermano que le dicen pueblo, nación, continente, a su hermano hombre.

Se ven desaparecer y hoy dejan un mensaje, una marcha, un paso, un canto, un consuelo, una voz diciendo somos todos la fuerza, la semilla, la lluvia, las manos para sembrar un nuevo hogar.

NOTA: Somos todos, no ignoremos el sufrimiento del nuestro vecino, aun faltara mucho, pero el más pequeño signo de respeto que ofrezcamos es un hilo que se forja en el manto de paz. Gracias a Julio y Mariuxi por invitarnos formar parte de este mensaje, y gracias a ustedes por escuchar este llamado.

Un acto teatral pero con un mensaje claro, deseando que sea una realidad en un futuro muy cercano.