ALAS DE ANGEL

Deslizaba sus dedos sobre el cristal. Esta mañana ella estuvo más callada, la fiebre ya iba bajando.

- ¿Tú crees que me regalen un gatito para mi cumpleaños? me pregunto; sin responderle seguí peinando su cabello, usaba su vestido azul con abejitas bordadas, este aún no lograba ocultar los moretones de sus piernas. Cuando vio a las aves volar cerca de la ventana empezó a relatarme otras de sus inventadas historias. Esa era su forma de no pensar en la salida que íbamos a realizar.

En el poco tiempo de conocerla ya la amaba, siempre me hablaba de sus planes para el futuro, y en aquellos días tristes me contaba sus inventadas aventuras.
Apretó mi mano al estar frente al edifico. Él abrió la puerta y ella entro corriendo para sentarse en ese gran sillón que le parecía un algodón;
- Hoy tendrás una magnifica fiesta le dijo él, pero ella no respondió.

Mi jefe me apartó un poco de ella mientras me decía; - Sus padres estuvieron hace una hora aquí; y él deposito en mis manos aquel sobre blanco. Ella al verlo en mis manos comprendió que todo volvería a comenzar otra vez. El altavoz sonó - Dr. Gutierrez se lo necesita en la área intensiva y nos quedamos las dos frente a la ventana.
Entendí su silencio, un día me había confesado aquellas palabras y ahora sabia que ella las pensaba " El frío no solo llega en invierno, y no solo las aves pueden tener alas".