MI PADRE EL DR. DOLITTLE

Muchas veces declararon que mi locura era herencia de mi padre, solía ser un buen compañero de mis fantasiosos juegos, aunque muchas veces yo terminaba siendo la culpable de incitar que el cometiera alguna tontería por petición mía.

Entre muchos de mis recuerdos favoritos esta aquel en donde me enseño de su habilidad para entender el idioma de los animales, y cuando nos sentábamos frente a la ventana a ver a las mascotas del vecindario que eran los gatos y perritos que paseaban por las calles del barrio, él hacia uso de sus magnifica capacidad de interprete y me iba relatando que decían , a que jugaban, porque discutían, si estaban enamorados y mi padre los personificaba colocando acentos y tonos diferentes de voz.

Yo era muy feliz en aquellas tardes, y muchas veces terminaba cansada de reírme tanto, mi padre me enseño a respetar y querer a todo ser viviente, siempre recuerdo sus consejos para amar y disfrutar del don de la vida.