REINA DE CORAZONES

Y estaba en el patíbulo mientras todos a su alrededor murmuraban sin que ninguno de los presentes pudiera mirarla directamente a los ojos.

Decías conocerme y no fue así,
hallaste mis manos limpias,
preguntaste y con cada respuesta
la verdad estaba presente
pero el daño ya estaba hecho
valía más tu orgullo y el temor
de saberte burlado por la desconfianza.



Cuando me hallaste más fuerte
triplico tu furia y azotaste mi valentía,
Ocultaste tu rostro en la oscuridad
para no mirarme deshonrada de tus falacias.
Mientras mis manos sostenían la espada en defensa,
me acuso de asesina tu cobardía.


Prolongaste mi dolor en busca de venganza
insatisfecho y cansado de tus culpas
me persigues para lanzarme al abismo.

Se perderá mi sombra sobre la tierra que pisas
apagaras mi voz que te reclama justicia
el muro de mi cuerpo se volverá polvo
para calmar las voces de tu conciencia.


Lastima guarda mi alma
pues sabe bien que nunca
te veras libre de tu propia crueldad.

Mientras del cielo se precipitaba una tormenta, con la torrente lluvia que empezó a caer todos los presentes huyeron del lugar, y ella se quedo ahí sin temor de que regresaran.