FLORES DE CRISTAL

Escalofriantes nubes sobre el infinito azul, van navegando con los helados vientos hasta volverse en visiones fantasmales, crecen y crecen hasta casi eliminar la claridad que habita en todo el lugar, dejando en ella una calma que aterra.
El silencio desaparece con un estruendo y van surgiendo miles de gruesas ramas que salen del interior de esas terribles imágenes, luchando entre ellas a toda prisa caen perforando la tierra; y desde su profundidad un palpitante latido sube por las ramas donde empiezan a brotar cristalinas flores, en ese momento puedo verme reflejada en miles de espejos pequeños; hay lágrimas que salen de su interior, y un impulso me lleva a tocarlas, reacciono a la sensación de muchos aguijones clavándose en mi y veo mis manos cubiertas de sangre, algunas gotas caen sobre las flores que se iluminan intensamente como si mi sangre las alimentara. Los latidos de la tierra son más fuertes, el resplandor de las flores es mayor y mientras su luz me va cegando siento como la sangre de mis manos me va quemado sin poder soportar más el dolor.

"Ya no es más el sueño, ya no hay dolor, el nuevo día ha llegado".

Nota: Durante mucho tiempo al despertar le contaba a mi madre de mis sueños, cada mañana una historia diferente, de acuarios en los cielos, de elefantes que vivían en paredes, de ancianas buscando perlas. A veces ellos me llevan a lugares que no entiendo, pero así son los sueños, son mundos diferentes.