EL CAMINANTE

Cuentan que hace mucho tiempo existió un hombre que recorría los caminos y montañas siguiendo la dirección del viento y a su paso se podía escuchar una bella melodía que provenía de una flauta que el caminante tocaba sin parar.

Los hombre que alguna vez se cruzaron con el caminante llevados por su curiosidad le preguntaban a que se debía su marcha, el caminante detenía sus pasos tomando asiento sobre el campo los invitaba a descasar y escuchar su historia.

- Hubo un tiempo donde mi alegría se encontraba en mi oficio labrando y cultivando la tierra, mi amor y felicidad se guardaban en los bellos ojos de mi hija, único tesoro que me dejo mi esposa antes de morir.

Pasaban mis días disfrutando de la compañía de mi hija mientras la veía jugar con las aves, ella amaba sus cantos, su libertad, su capacidad de volar y alcanzar los cielos; y un día compuse para ella una canción, le encanto tanto este presente que desde ese día todas las tardes pedía la tocara para ella.

Ya asomaba a su rostro la primavera de la juventud y sus voz dulcemente siempre cantaba la melodiosa canción que un día compuse para ella, la brisa constantemente la rodeaba como acariciando su belleza, sin darme cuenta que este fuerte elemento se había enamorado de mi único tesoro.

Así que una noche el viento con gran fuerza resoplo en nuestra casa, llevándose techado, puerta y ventanas, el poderoso viento no soporto más estar lejos de ella; abrazándome junto a mi hija alcanzamos a ver cientos de aves que bajan desde la luna, nos rodearon hasta llegar apartarme de ella, y la elevaron hasta el infinito cielo perdiéndose en el horizonte.

Mi tristeza se marco desde aquella noche, busque entre los magos más sabios un respuesta, y solo esta me fue dada; - los dioses de los elementos pueden ser compasivos si descubren en el hombre el verdadero amor, síguelo donde vaya y declara tu pena, hasta que un día libere el alma de tu hija o te deje encontrarte nuevamente con ella.

Dicen que muchas veces el caminante relato esta historia a hombres y a los pueblos que quisieron escucharlo, los magos sabios afirmaban la historia declarando que el alma de la joven estaba siempre presente en la brisa y se podía escuchar entre sus silbos la misma melodía que su padre compuso para ella.

Pasaron los años, paso el tiempo en los pasos del caminante que siempre seguía la dirección del viento, pero como a todos los hombres llegó la muerte y lo alcanzo primero; aquella mañana la brisa encontró al caminante en su agonía y sus silbos de tristeza se expandieron rápidamente, hasta llegar a los oídos del fuerte viento que entendió lo sucedido y llegando al lugar donde estaba el caminante ya muriendo, tomo su alma antes de que está se alejara de su cuerpo convirtiéndolo en una majestuosa ave.

Los hombre, los pueblos y los sabios magos dicen que hasta el día de hoy la majestuosa ave vuela y canta junto a la brisa.

"Me es difícil creer que alguien pueda dejar de soñar"

Nota: la segunda canción La hija del rey, a mi parecer es belisima y como me gusta ; ) abrazos y sonrisas.

Hasta la sonrisa!!