VERDE BRILLANTE

Desde que empezó a existir siempre escucho muchas historias de la vida que la rodeaba afuera de aquel lugar, habitaba en una caja pequeña con muchas amigas iguales a ella, telitas de colores que esperaban su día especial, un martes por la tarde fue cuando las llevaron a un salón, donde la pequeña telita alcanzo a escuchar una deliciosa música, gritos de niños y sus risas volviendo todo una gran algarabía, y desde una mesa pudo ver como jugaban los chicos, su maestra los hacia cantar, pintar, imitar los sonidos de los animales de la selva, y luego todos se transformaban en semillas hasta llegar ser un gran bosque, la pequeña telita todo lo veía con admiración, y otro maestro que también estaba presente, les enseñaba a cantar con los sonidos de las palmas de sus manos, entonces una música muy alegre se escucho y la caja fue tomada por el maestro repartiendo una telita para cada niño, todos empezaron a soplar y soplar y las pequeñas telas se volvieron grandes globos brillantes, todos en un gran circulo seguían los movimientos que realizaba la maestra y en sus manos estaba la pequeña telita que era tan brillante y hermosa con su color verde, bailaron todos al compás de la música, elevando los globos, giraban, saltaban, y todo era risa en ese momento hasta que todos terminaron tan cansados y alegres, las pequeñas telas sonreían al verse tan queridas y haber compartido un baile, todas se fueron con un niño, solo aquella verde y brillante se fue con la maestra, subieron a un bus y una dulce lluvia caí, pudo ver la gran ciudad, sus casas y edificios, a las personas y luego un claro cielo azul, pero cuando bajaban del bus, la maestra no pudo sostenerse por los muchos libros que llevaba y se soltó de sus manos el brillante globo verde, trato de alcanzarlo pero el transito le impidió cruzar la calle, mientras se alejaba con el viento el hermoso color verde brillante llegando a la entrada de un parque y donde la maestra pudo ver que una niña de coleta corrió tras el globo verde, la encantadora niña tomo la mano de su mamá y entraron al parque y en su otra mano alegremente brilla aquella pequeña tela que podía ver su sonriente mundo verde.