sábado, 26 de mayo de 2007

EN EL RINCON


Cuantos años han pasado desde el día en que huiste del encierro, abandonaste este mundo que fue cruel en tu infantil inocencia, las marcas en tu cuerpo gritaban la injusticia y tu risa se marchito.


El tiempo se convirtió en tu enemigo por cada segundo en que habitaste en aquel oscuro lugar mientras tu cuerpo húmedo temblaba de frío, mi valentía se acobardo, tus manos formaban un escudo tratando de evitar el fuego de la maldad, se alejo mi alma en aquellos momentos y tu como mártir sufriste la opresión de las palabras convertidas en puñales, se fue apagando tu voz tras cada sollozo y tus ojos me regalaron un mar con cada lagrima, y en cada paso la muerte aguardaba rescatar tu alma como único guarda y liberarte ante tanto dolor.


Cuantas veces escuche la tos que arrancaba tus pulmones, fuiste olvidando el sabor de los alimentos, recuerdo como te aterraba la hora de dormir que solo traían pesadillas y cada vez que escuchabas aquellos pasos agonizaban tus esperanzas.


Aquella noche te vi sentado en un rincón sujetabas tus piernas contra tu pecho y fue tan extraño ver un brillo en tu rostro con una mirada perdida hacia la nada alcance ha ver la sangre que corría bajo tu frente la misma que me anuncio tu muerte, y mi pecho dio un grito silencioso amargando mi cuerpo y torturando mi alma caí al piso rogando que me engañaran mis ojos, te deje ir y me odie aquel día me invadió el terror y nació mi indignación.

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