EL YO TRISTE

Soy una sombra triste arrancada del asfalto mendigando en la penumbra, presa de mis temores.

Se siente nostalgia desde este rincón que habita en mi alma y hasta llega ha desconsolar mis pocas ilusiones y sueños.

Yo nací de la lluvia en las tardes, de aquellos amores lejanos, de los amigos y su distancia, de la pronta muerte de las flores, del hambre de los inocentes, de la sangre derramada por la injusticia, de las guerras que fingimos son lejanas, del beso nunca entregado, y al descubrir que la ceguera del alma crece en nuestro propio egoísmo y avaricia.

Un día Yo me descubrió en su portón me sonrió y dijo ya no estés triste hice nacer en mi una amiga que siempre te acompañara es mi Esperanza y te la ofrezco y aunque siempre tengas que ser tu, respetare la melancolía que suele envolverte, siempre que recuerdes a nuestra nueva amiga.

Y así fue como forme parte del mundo en que viven Yo y los otros yo me bautizaron el rostro de los ojos triste.